Me tocaba ya colgar algún reportaje y he aprovechado esta ruta del 19 de Junio (y las fotos de mis compañeros) para mostrar un poco de Pais Vasco.
La idea era muy ambiciosa, ya que pretendí tocar algunos de mis sitios favoritos en un mismo día. Nos juntamos 9 locos de esto de la btt, que arrancamos puntualmente a las 8 h.desde Vitoria.
Tras pasar Landa por la vía verde, y la Virgen de Dorleta por carretera, comenzamos el ascenso.
Primera avería. Increible, una piedrecilla se había metido en el desviador. Costó convencerla para que saliera.
La subida es relajada y animada por las expectativas de la jornada. Pensábamos acabar para las 4 h.
Aunque venimos por hayedos, sorprende el verdor de este y las formas que han dejado antiguas talas.
Este es Jota con su bici de descenso
Visto. Marchando.
Llegamos al cruce de caminos de Altaura (950 m.). De la hora y media que llevamos la última media hora ha sido de subida. Pero tenemos que seguir subiendo.
No debemos dejar pasar las fuentes, y menos si se prestan a una fotillo o dos.
Tras alcanzar la cota máxima del día (1100 m.) nos lanzamos hacia nuestro primer objetivo
Ponemos mucha precaución y un poco de pausa. Tomás (fotografo) deseaba bajar ya.
Entrábamos a Degurixa. Espectacular depresión de abundantes pastos (950 m.)
Con sus bordas de pastores.
Continuamos bajando con cuidadin.
Asombra ver desde lo prados la bajadita.
Vaya moqueta tiene este paraje.
Nos relajamos un instante compartiendo sensaciones . . .
Y partimos con el convencimiento generalizado de que hay que llevar alli a nuestra gente.
Salimos en fuerte bajada en dirección al barrio de Araotz, por la pista hormigonada por la que suben los todo terrenos.
Allí volvemos a parar en una pequeña ermita.
Sencilla pero bien situada. Estas son sus vistas. Si estuviera mas limpio se vería Aranzazu.
Ismael, un amigo de Escoriaza se une al grupo. Vamos hacia nuestro segundo objetivo, la senda del canal. Es un sendero horizontal de 6 kms. divertido, pero complicado por momentos.
El canal que va debajo del sendero recoge las aguas de la laderas.
Para algunos, como Ander, fueron demasiados momentos de adrenalina. Hubo algunos traspies sin importancia.
Hubo también sus metros de pateo.
Compensados con pequeños rincones. Eugenio, fotógrafo principal, posa en este.
Tramos sin hayedos
Que nos permitían relajarnos . . .
y ver lo que ibamos recorriendo.
La senda tiene un pequeño derrumbe que salvamos con cuidadin.
Y estrechas plataformas metalicas donde no caben las bobadas. Ismael encabeza el paso.
Fué casi hora y media de senda, entre paradas, amagos, equilibrios, y otras cosillas.
De hecho, en Wikiloc la han etiquetado “Solo para expertos”. Muchos disfrutamos un “guevo”
Llegamos al parque de Mikeletes,
Dado el retraso acumulado (y el hambre de alguno), decidimos que no nos acercábamos mas a Aranzazu.
Nos tiramos hacía el embalse de Araotz (donde un día abandoné a mi amigo Fefa a su suerte), para subir por un sendero jodídillo a Urrexola.
Volvió a gustar este sendero-subidón del buitre. Txotxe llega concentrado a Urrexola.
De Urrexola para arriba más subida y fuerte bajada asombrados por la pista de descenso y sus saltos (que por supuesto no pisamos) para llegar al sosiego del pantano de Urkulu.
Y tras bordearlo paseando
Llegamos a la deseada parada. Eran las 2 h. hora de comer y llevábamos 50 kms.
Marota escucha a Gabi pero sin abandonar la faena.
Nos llevó nuestro tiempo vaciar los platos. El retraso no importaba, pero la digestión mermaba las voluntades.
Bajamos a Aretxavaleta con Ismael como guía y tras desearnos suerte se despidió. Atravesamos Mondragón dirección al siguiente objetivo, Besaide, punto de encuentro de las tres provincias vascas.
La subida fue suave, continua, progresiva. Agradecimos el frescor de los pinares en las faldas del Udalaitx.
Paramos en la fuente de Besaide, donde me tomé un gel por si acaso. Pasábamos ya de los 70 km.
Y subimos la rampa final a este fantástico enclave. Me empezó a llegar algún aviso de calambres.
La foto con el Anboto a nuestra espalda era obligada.
Tomás nos saca pasando por delante del monumento al montañero.
A partir de aqui mis piernas dijeron basta. Me descabalgué en algunas subidas para intentar durar.
Un pinchazo en el impresionante hayedo del Tellamendi permitió algunas de fotos
Diego, mi mecánico personal, echando siempre una mano.
A mi me permitió adelantarme suavemente, a mi ritmo, andando en los tramos muy blandos.
A Jota le permitió doblegar yo que se el que con una ¿piedra?
Como no me vi capaz de seguir por monte hacia Urkiola, tomé la decisión de “atajar” buscando la suavidad del asfalto.
Bajando a Gantzaga Jota sufrió una caida-derrape, que enjuagamos en la fuente.
Desgraciadamente seguimos perdiendo altura para acabar en Aramaiona (350 m.) y todo el Puerto de Cruceta por subir (4 kms.).
Gracias a Dios el gel (de tortuga) me empezó a hacer efecto (una hora después de haberlo tomado) y pude afrontar la subida, sin prisa pero sin pausa.
Ya arriba, a Eugenio le dio tiempo de hacerle un reportaje a Marota, mientras yo subía.
Con el Valle . . .
Con el Anboto de fondo.
Esta fué la última foto en el reagrupamiento de Legutiano y de alli en pelotón hasta casita.
Llegamos hacia las 8 de la tarde. Salieron 118 kms. con un desnivel que rondará los 3.000 m. (los GPS se volvieron locos en el hayedo), con 8 horas de pedaleo. Era la primera vez que hacía esta “composición”, y alguna conclusión ya he sacado.
Fue una grandísima jornada de bici, un atracón, compartida con gente fenomenal en lo personal y excepcional en lo físico, que si no se cargaron al guía en esta ocasión, ya no creo que lo hagan.
Va por ellos Eugenio, Tomas, Diego, Marota, Txotxe, Gabi, Jota, Ander e Ismael.
Hasta otra.
La ruta
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a la ruta esta no le falta de na
,ya sabes que es siempre un placer verlos,
,el año que viene habra que ver el amboto no
